Reencontrarse con buenos amigos es una dicha solo comparable con el placer de hacer nuevas amistades... Un poco de ambas tuvimos esta semana en Casa Abel, donde recibimos al entrañable Roberto y una alegre pandilla de camaradas venidos desde Sao Paulo, Brasil, atraídos por los aromas tabacaleros del Festival del Habano y por una vieja y sincera amistad...
Las fotos son elocuentes: se sintieron como en casa, disfrutaron nuestra comida y luego compartimos en el reservado para fumadores un habano de tiro sabroso, entre tragos, anécdotas y bocanadas... La pasión del buen fumar unió nuestros caminos, y aunque recordamos los buenos viejos tiempos, coincidimos en que el futuro tiene que ser y será inevitablemente mejor...
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